viernes, 26 de octubre de 2007

LA NOCHE EN QUE EL PERRO ENCONTRÓ LA LUNA


Venía del cielo como aleteo


de minúsculas partículas


tras haber tropezado con


árboles cuyo sabor amargo


le apartó la mirada.




Era un perro silencioso


como tus muslos en invierno


cálido de piel teñida naranja


de la vendimia de mil nombres


engarzados a tu falda.



Texto e Imagen: Adolfo Marchena

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